Cuando la inteligencia falla
Acabo de leer la columna de una señorita en Perú.21, tratando de defender la bufonesca designación de la congresista Hilaria Supa como Presidente de la Comisión de Educación del Congreso. Sin duda que la inteligencia se puede usar para muchos fines, pero el peor de todos es buscarle una explicación al absurdo y una justificación a la estupidez. Para ello hay que salirse del contexto real y recurrir a los subterfugios mentales, donde se apela a cualquier clase de argumentación, casi siempre ligada a la sensibilidad y a los conceptos que los tontos redimidos por la política y la prensa, han puesto de moda en el presente.
Recurrir a la chapucería de la "discriminación" es un lugar común tan trillado que hasta el más estúpido de los "analistas" lo utiliza. Es como una espada de Damocles que pende sobre cualquiera que intenta utilizar el sentido común y la razón más elemental, para declarar que la Sra. Hilaria Supa puede ser cualquier cosa en su chacra, pero fuera de ella está totalmente incapacitada para ejercer el cargo que acaba de juramentar. La señorita del artículo de marras, alega que la Supa ha sabido defender a las mujeres de su comunidad de los intentos de esterilización forzada. No sé si eso habrá sido una hazaña, pero en todo caso, pueden postularla al Premio Nóbel de la Paz, si quieren sus admiradores, pero eso no la califica en lo más mínimo para presidir una Comisión de Educación.
Los supuestos analistas que pululan por los medios escribiendo insensateces, olvidan que todo cargo presenta un perfil de aptitudes. Existe lo que se llama un "perfil de competencias". En cualquier lugar en el que se emplee la razón y la inteligencia para llenar un cargo, se trata de localizar a la persona que reuna el perfil requerido. Esto lo hace el mismo Congreso cuando se trata de designar al Contralor o al Defensor del Pueblo, por ejemplo. Lo lamentable del Congreso es que se trata de un lugar en donde la razón y la inteligencia no valen un comino, pues todo se arregla por intereses políticos y hasta por caprichitos ideológicos.
Hayque lamentar la existencia de estos idiotas que salen con su máscara de humanistas a gritar "discriminación" para defender lo indefendible. Son como los que antaño gritaban "herejía" para condenar a los que usaban el cerebro para pensar. Los modernos dogmas no son mejores que los antiguos. Son siempre un obstáculo para la razón y la reflexión. No me asustan en lo más mínimo. Sigo opinando que la designaciòn de la Señora Hilaria Supa en el cargo de "presedenta" de la Comisiòn de Educación es una completa estupidez, que solo cabe esperar del humalismo, el sector más pobre de la izquierda nacional, mentalmente hablando. Hasta es una falta de respeto a la nación.