La PPKmanía es una realidad
La última encuesta de CPI difundida hoy demuestra dos cosas: primero, que Toledo y Keiko van por ahora a la segunda vuelta; y segundo, que hay un triple empate en el tercer lugar entre Castañeda, Humala y PPK. Al margen, podemos añadir que ha quedado totalmente desvirtuada la maniobra de DATUM al mostrar el domingo una encuesta que ubicaba a Ollanta en el segundo lugar, en abierta contradicción con las demás encuestas. Ollanta sigue en cuarto lugar y no se ha movido mucho. En cambio quien sigue subiendo es PPK. No me extrañaría que en la siguiente encuesta ya esté en tercer lugar, pues la tendencia parece ser la bajada de Castañeda, el estancamiento de Ollanta y la trepada de PPK.
Si hay algo nuevo en esta campaña electoral es la aparición de PPK en el escenario político. Es algo que no estaba allí hace solo un año. En cambio Toledo, Castañeda y Ollanta son viejos conocidos, a los que se les ha sumado una cara nueva pero de vieja estirpe como Keiko y el fujimorismo. Todo ese panorama TOCK (Toledo, Ollanta, Castañeda, Keiko) es una foto de hace varios años, que exhiben un repertorio de caras conocidas, ideas gastadas y propuestas reiteradas que ya todos conocemos. Salvo Keiko, los demás cargan con un historial que perfila una reputación no muy elegante, el cual incluye desde escándalos de mentiras y corrupción hasta violencia y muerte.
Lo verdaderamente nuevo en el escenario político del Perú es Pedro Pablo Kuczynski o PPK. Por ello si algo debemos destacar en esta campaña es la irrupción arrolladora de PPK, a quien muchos no le dábamos ni el beneficio de la duda hace unos meses. ¿Cómo explicar el fenómeno PPK o la PPKmanía? ¿Es el flautista de Hamelin? Es un reto difícil para cualquiera pero podemos ensayar algunas respuestas.
Primero, creo que ya está fuera de toda duda que la PPKmanía existe. Es una realidad. PPK ya está virtualmente empatando el tercer lugar con viejos conocidos y desprestigiados como Ollanta y Castañeda. Puede ser que la carrera se gane por medio cuerpo o una cabeza, pero también es posible que la PPKmanía siga creciendo en estos días y PPK la gane por un cuerpo. Y este es el escenario que me parece más factible.
La PPKmanía se ha dado básicamente entre los jóvenes. Los he visto cargando sus brazaletes de tela con los vistosos y alegres colores de la Alianza por al Gran Cambio. Pero se ha extendido rápidamente a todos los sectores sociales. Sectores que al principio se mostraban a favor de PPK pero que dudaban de su apoyo por el efecto del voto perdido. La respuesta se hizo común: "Me gustaría PPK pero creo que no va a ganar". Paulatinamente este temor se ha estado disipando y poco a poco la gente ha ganado confianza. Ahora es más común escuchar el abierto apoyo a PPK. Y esto va a seguir creciendo, sin ninguna duda.
La gran ventaja de PPK es que no posee anticuerpos ni lastres. No tiene un historial de fracasos electorales o de extraños compromisos políticos de los cuales arrepentirse, o de violencia anticonstitucional y acciones delirantes. Nada opaca el brillo de PPK. Ni aun los ridículos embustes que han urdido sus contrincantes en la desesperación. ¿Qué han podido decir en contra de PPK? Su doble nacionalidad. Como si esto fuera un delito o un pecado. Olvidan estos embusteros que hay miles de peruanos que poseen la doble nacionalidad porque tuvieron que salir a buscarse la vida, igual que PPK durante la dictadura militar. Y olvidan además que la ley solo exige ser peruano de nacimiento. Y PPK lo es.
Por más que han rebuscado, los atribulados contendientes de PPK solo han hallado rastros de una gestión eficiente y limpia. Pero no han dudado en deslizar sucias mentiras. Desde luego, estas pestilencias vienen de la izquierda, del ollantismo convenido, de los muertos que quieren resucitar colgándose de los pantalones de Ollanta. Los únicos que han tenido la hidalguía de no levantar embustes contra PPK han sido Castañeda y Keiko, lo que debemos reconocer. En cambio Toledo, de quien no cabe esperar ningún gesto de hidalguía o elegancia ni gratitud, se ha vuelto el más venenoso enemigo de su ex colaborador y artífice de su buen gobierno. Han llegado a la bajeza de mencionar su edad y atribuirle el mal de Altzheimer. Lo cual incluso sería mejor que mostrar esa ingratitud y mezquindad. Pero PPK está dispuesto a demostrar en un debate uno a uno quién es el mejor preparado y más apto. Ya Ollanta se le ha corrido como un pericote.
Entonces el panorama político que apreciamos hoy es PPK contra los TOCK. Lo nuevo contra las viejas estructuras políticas ya conocidas. Las encuestas lo han confirmado. Y si las tendencias se mantienen, PPK podría alcanzar y superar a los TOCK. Debemos reconocer que esto es obra de la juventud. Hay que darle a los jóvenes el crédito por haber cambiado el panorama político del Perú en estos meses. Y creo que hay que darles la oportunidad de intervenir, como nunca antes lo han hecho, en las grandes decisiones políticas de nuestro país. El futuro del Perú está en juego y nadie más interesado que la juventud. Sin duda, el único que puede garantizarnos una perspectiva nueva, diferente pero también más sólida, con mayor impulso del crecimiento económico, es PPK.
Los demás que me disculpen, pero ya los conocemos y sabemos muy bien de qué pie cojea cada uno y cuál es su cuento para hacernos dormir.
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