La chusma antikeiko
Chusma es un conjunto de gente soez y vulgar, y es exactamente eso lo que hemos visto ayer en una manifestación callejera convocada con el único propósito de manifestar su rechazo a la candidata Keiko. Y llaman a eso "democracia". Así están de la cabeza. En esta manifestación "democrática" se han juntado todos los chicos malos de la izquierda, empezando por los dinosaurios de la CGTP liderados por el sempiterno Mario "Chucky" Huamán, que afortunadamente no marcharon con sus garrotes en ristre, hasta los pro terroristas que marcharon con sus clásicas banderas rojas. ¡Cómo no van a protestar contra el fujimorismo!
Pero además hemos visto a muchos jóvenes que hace diez años aprendían recién a multiplicar. No estoy seguro que hoy sepan lo que hacen, pues cuando les preguntan, por ejemplo, ¿quién fue Julio Ramón Ribeyro? Titubean para responder "un delantero de la selección de Brasil". Cosas como esas las hemos escuchado varias veces. Estos son los chicos que hoy se limitan a gritar consignas y agredir a la prensa. En suma, ha sido un grupo de gente ideologizada y adoctrinada por los lavacabezas de la izquierda con los cursos de marxismo que aun se enseña en San Marcos, o en los catecismos marxistas que se dictan en varios locales de izquierda donde además aprenden estrategias de boicot, violencia callejera, organización de mítines, marchas, bloqueos de carretera, y memorizan esas consignas idiotas que repiten como zombies.
Desde luego, esta marcha ha sido difundida por la prensa roja, pero especialmente por los antros del comunismo en la web, como Alerta Roja. Esta marcha es una clara acción intimidatoria hacia la población que intenta darle su voto a Keiko para salvar al país de la amenaza comunista. Es la misma clase de manifestaciones que se han visto en otros lugares, como en Cajamarca, donde la turba humalista rodeó el mitin de Keiko para gritarle amenazas, insultos y arrojarle huevos. Y todo eso se suma a las acciones vandálicas que las huestes de izquierda han alentado en la población puneña para exigir extravagancias como el retiro de toda la minería, hecho con el claro propósito de no llegar a un acuerdo. Estamos pues frente a una perfecta estrategia coordinada y concertada por la izquierda en las postrimerías del proceso electoral en el que sienten que van a perder. Están preparando el terreno. La cereza del pastel han sido las declaraciones irresponsables de los dirigentes de Gana Perú y del mismo Ollanta Humala, advirtiendo un fraude electoral.
¿Qué pretende la izquierda? ¿Incendiar el país? Tenemos que estar muy alertas ante las artimañas de la izquierda laberintosa, violentista y vociferante. Ellos son expertos agitadores sociales que están acostumbrados a sembrar el caos mediante su accionar callejero. Nos han metido el cuento de que ese es un "derecho". La palabra "derecho" ha perdido ya todo su sentido original porque en el Perú ha sido prostituida por la izquierda. Para ellos es un derecho tomarse las calles, las carreteras, apedrear a los transeúntes y a los autos, incendiar locales, joder a medio mundo con su intransigencia e imponer sus puntos de vista a punta de pedradas y petardos. Esa es la izquierda. Y dicen que ese es su "derecho de protesta". Están bien cojudos.
Hace tiempo que se ha planteado reglamentar o legislar acerca de ese supuesto "derecho de protesta" pero los rojos se oponen, por supuesto, con el pretexto de que "quieren criminalizar la protesta". Ellos quieren tener las manos libres para armar el caos y tomar las calles y carreteras cuando les venga en gana, que aparezcan los muertos y nadie asuma la responsabilidad, y encima se la carguen a las fuerzas del orden. Así es como operan estos miserables. Es casi la misma historia de la violencia antiterrorista. La izquierda sólo se ocupa de señalar los actos de violación de los DDHH por parte del gobierno en la guerra antisubversiva, pero callan la verdad. No dicen que esos actos fueron, primero, actos aislados, y segundo y más importante, que se dieron en el marco de una guerra desatada por la izquierda criminal. La izquierda nunca ha pedido perdón a los peruanos por su guerra terrorista y por las masacres colectivas cometidas. Nunca han agachado la cabeza en arrepentimiento. Nunca.
Al contrario, lo que intentan es reiniciar esa etapa con un nuevo formato disfrazado de "democrático". ¿Qué de demócrata tiene Ollanta Humala? ¡Por favor! Lo único que nos queda a los verdaderos demócratas es rechazar a la izquierda con todos sus disfraces. Rechazar a ese cachaco mediocre al que han convertido en candidato pre fabricado, con discurso falso y plan de gobierno cambiado como si fuera un menú a la carta. No vamos a votar por Ollanta que es el candidato de la violencia y del terrorismo. En estas elecciones se decide si continuamos en la senda del progreso o permitimos que el terrorismo regrese.
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