#ElPerúQueQueremos

Ganó la demagogia

Publicado: 2011-06-05

A estas alturas parece inminente el triunfo de Ollanta Humala. De este modo el Perú premia con la presidencia de la República a un mediocre militar que saltó a la fama gracias a sus delirantes asonadas golpistas, con muertos de por medio. Así que ya saben los militares cuál es el camino a Palacio. Claro que también han mediado otros factores que están muy al margen de las cualidades personales de Ollanta, (las que son casi nulas) como el odio al fujimorismo y la campaña repleta de basura, calumnias, histeria y venganza que han llevado a cabo.

Vistos los resultados y el vaivén que han tenido las encuestas en estas dos últimas semanas, queda claro que se trata de un triunfo agónico y precario. Hay un 5% que ha estado corriendo de un lado al  otro según los titulares de la prensa. Lo cierto es que el país está dividido y hoy casi la mitad del Perú está de duelo. (Y no es para menos). No es pues un triunfo aplastante, de ninguna manera. Así que no deberían cantar demasiado su victoria. Conociendo la volatilidad de los apoyos del pueblo peruano, de seguro que a los cien días de gobierno, Humala ya tendrá una aprobación del 25%, más aun cuando la gente perciba que los han mecido con tantas promesas. De hecho, los pobres seguirán siendo pobres y los cerros de Lomo de Corvina e Independencia, que tanto mencionaba Humala en su demagogia, seguirán exactamente igual, o peor, al final de su mandato. Tómenles foto.

Me ufano de ser pragmático y realista. Eso quiere decir que no me afectan las ideologías idiotas que buscan la justicia y la igualdad en la tierra como en el cielo. Nunca ha existido un país igualitario. Más aun: ni siquiera una familia. Así que me río de los que hablan de igualdades porque solo muestran un idealismo ridículo y una completa estupidez para la política. Estos deberían estar exonerados de actuar en la política porque no hacen más que barbaridades en nombre de la justicia. Ya tenemos suficientes ejemplos en la historia. Los más horrendos crímenes de la humanidad se han cometido en nombre de Dios y de la justicia. En segundo lugar están los nacionalismos.

Lo anterior me hace ser poco optimista con el futuro del país. No creo en el pensamiento de izquierda, el que se puede resumir en cuatro simples propuestas políticas: regalar plata, ofrecer de todo gratuitamente, bajar los precios y subir los sueldos por decreto. Cuando estas dos últimas propuestas no dan resultados, la consecuencia inmediata es apelar al autoritarismo y al abuso del poder mediante una gestión totalitaria que pretende imponer las consignas políticas por las malas, escudándose en la "justicia". También tenemos suficientes ejemplos en la historia. Incluso acá al costado. Y me temo que eso es lo que nos espera.

Lo contrario sería que Humala tire a la basura su primer plan de gobierno (que es adonde corresponde), y luego olvidar sus promesas de campaña enviando a Félix Jiménez como embajador a la China, para formar un gabinete con profesionales más sensatos y realistas que sepan lo que es el mercado. Es decir, Ollanta tendría que evitar a los ilusos que creen que pueden dominar al mercado con decretos, pues eso solo crea más informalidad y distorsiones en la economía, como el mercado negro. Además Ollanta tendría que evitar la tentación de crear empresas estatales porque son focos de corrupción e ineficiencia, y nos cuestan muy caro finalmente. ¿Habrán aprendido todo esto los de izquierda? Lo dudo mucho.

Lo malo es que la izquierda nunca aprende. Lo demostraron en el siglo XX cuando creían que el marxismo seguía vigente un siglo después. De hecho ninguna teoría económica ha podido superar su propia época porque pertenecen a su tiempo. Sin embargo los seguidores de Marx quisieron llevar sus teorías más allá del infinito. Un absurdo total. Ahora pasa lo mismo con el supuesto socialismo. Pese a que ya demostró ser un completo fracaso como propuesta política, aun existen ilusos creyendo en sus "virtudes".

Pese a que Europa tiró a la basura el marxismo muy a principios del siglo XX, el neosocialismo europeo creyó haber generado el soñado Estado de bienestar social. Incluso filósofos de la talla de Fernando Savater ponderaron hasta el delirio las bondades de su sistema social y político de izquierda, colocando como ejemplo su maravilloso sistema de seguridad social donde todo era completamente gratis. Por desgracia, la realidad suele imponerse siempre, tarde o temprano. Europa entró en una grave crisis a principios de este siglo y hasta ahora no saben cómo librarse de su pesadilla. Lo que antes fue su soñado "Estado de bienestar" hoy se ha convertido en pesadilla de malestar. Han tenido que retroceder, bajarse los sueldos, bajar la edad de jubilación, reducir gastos, echar gente a la calle, etc. En la maravillosa España de Savater hoy existen más de cuatro millones de desempleados, y los jóvenes se han tomado las calles y las plazas exigiendo reformas.

Mientras que en Europa la izquierda socialista retrocede perdiendo las elecciones en España y Portugal, donde la oposición acaba de imponerse, en el Perú estamos algo retrasados y recién vamos a iniciar la construcción de nuestra pesadilla de izquierda. O la reconstrucción porque ya la tuvimos en los 70 y significó la debacle de los 80. Por suerte se corrigió en los 90 y nos ha permitido crecer hasta ahora, pero hoy todo eso acabó. Me dan pena los jóvenes universitarios que en unos años estarán como los jóvenes españoles sin empleo y sin alternativas. Esa política ilusa de regalar plata, dar servicios gratuitos por doquier, bajar los precios y subir los sueldos por decreto, es el camino seguro al fracaso. Gracias Ollanta. Y gracias a todos los ilusos que le han dado su apoyo a la opción de la demagogia y la fantasía, a la improvisación y al delirio. Como referencia tomen este dato: hoy la pobreza bordea el 31%. Hago una firme apuesta de que en cinco años, esta bordeará el 40%. Mañana mismo empezará este proceso. Me temo que es inevitable. La historia lo demuestra.

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Escrito por

Dante Bobadilla Ramírez

Psicólogo cognitivo, derecha liberal. Ateo, agnóstico y escéptico.


Publicado en

En busca del tiempo perdido

Comentarios sobre el acontecer político nacional y otros temas de interés social