Como si nos faltaran problemas por resolver y los temas por discutir, ahora los alharacos de siempre han puesto sobre el tapete un tema francamente idiota, para variar: la colocación de un adorno en el paisaje. En realidad el tema de fondo es que se trata de una idea de Alan García. Si hubiese sido una idea de Ollanta Humala (suponiendo que tiene ideas) o de Susana Villarán (quien hasta ahora no ha demostrado tener nada), otro hubiera sido el cantar. Como diría Aldo Mariátegui, no es más que ganas de joder. Están dispuestos a mortificar y atacar a Alan García hasta que se vaya. Esa es la consigna. Lo extraño es que hasta ahora no han repetido su típica frase tonta: "es una cortina de humo".

Lo más  importante es que el proyecto no nos cuesta. Con eso, sumado al hecho de que acá la inmensa mayoría es cristiana, debería bastar para que se callen todos. Sacar a relucir el sencillo que demandará su mantenimiento ya es ridículo. El Morro Solar es un cerro pelado repleto de antenas de TV instaladas sin permiso cultural o histórico de nadie. Cualquier referencia a aspectos históricos o culturales también resulta no sólo ridículo y burdo sino hasta cómico.

De lo que he leído hay varias cosas que aclarar en medio de este pleito repleto de demagogia y hasta de ignorancia. En primer lugar, basta con mirar los brazos de ese Cristo para darse cuenta de que no es una réplica del Cristo del Corcovado. Este tiene los brazos flexionados y la mano cóncava inclinada hacia arriba. Nada que ver con el de Río que es recto por todos lados.

Ahora bien, cristos hay a montones. Río no es el único lugar del planeta donde hay un Cristo. Chile acaba de inaugurar su Cristo del Portezuelo, México también tiene su monumental Cristo y, principalmente, Polonia, que tiene quizá el más grande de todos. O sea, no nos vengan con ese cuento de que se trata de una copia que atenta contra la "marca Perú". Este Cristo es una marca del cristianismo y acá hay cristianismo.

Para mayor información, debo decirles a los alharacos que este ni siquiera será el primer Cristo del Perú, pues me parece haber visto varios. Creo que hay uno en Chiclayo. Por lo menos estoy seguro que hay uno en la cima del cementerio de Yungay, el que sin duda fue el cementerio más bello del mundo hasta que el sismo la destruyó. Pero todavía está allí el Cristo dominando el paisaje.

En lo personal me da exactamente lo mismo que haya un Cristo en el horizonte de la Costa Verde. Hasta podría ser bonito. Habrá que verlo. No es más que un adorno en el paisaje y no molesta a nadie. Ni a mi que soy ateo. La verdad es que no hay porqué hacer un escándalo. Y la última persona que debería hacer escándalo es la alcaldesa Susana Villarán y su equipo, pues hasta ahora no solo han demostrado ser de izquierda, sino ser un cero en la izquierda.

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