La salida de Rosa María Palacios y el fin de su programa "Prensa Libre" que se transmitía por América TV, es sin duda una mala noticia. Una pésima noticia para la sociedad peruana, diría mejor. Al margen de las simpatías y antipatías que RMP despierte en algunas personas, el programa era necesario para la gran masa de televidentes, especialmente para los que no tienen cable, porque era el único programa que abordaba el tema político de manera diaria y versada gracias a las entrevistas que se daban.

No he sido un gran seguidor del programa, básicamente por su horroroso horario, pero no se puede negar que "Prensa Libre" daba que hablar al día siguiente. Sus entrevistas pasaban a Youtube, que es donde mayormente las disfrutaba. Gracias a este programa la gente podía acceder a mucha información de calidad gracias a que RMP es más que una periodista, es una abogada que incursiona en los medios, por lo que su opinión es versada, a diferencia de muchos otros periodistas que solo tienen talento pero no información, y a veces ni cultura.

Pero más allá de Rosa María Palacios, creo que el tema es la pérdida de un espacio informativo en un horario en el que solo había basura como alternativa. De hecho, ahora solo habrá basura como opción en ese horario. Claro que los que tenemos cable siempre podemos elegir un buen programa y escapar del idiotismo nacional instalado en la TV. Pero la gran masa que no tiene cable ya ni siquiera tiene la opción de elegir. Es basura o basura, antes y después del noticiero.

Así es como nuestra gran masa de ciudadanos permanece en la ignorancia y la incultura. Luego se quejan de que en las elecciones no saben elegir. ¿Cómo van a saber elegir si solo les dan basura en los medios?

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