#ElPerúQueQueremos

Basta de ciclovías

Publicado: 2011-10-20

Leo que la Municipalidad de Lima, mejor dicho, nuestra brillante alcaldesa, piensa gastar cien mil soles (que seguro acabarán siendo 500,000) para construir 30 Km. de ciclovías como gran solución al agudo problema de tránsito que existe en Lima. Es difícil entender por qué a ciertos alcaldes les encantan las ciclovías. Menos se entende que gasten dinero en obras solo porque les gusta la idea, en lugar de gastarlo en soluciones reales a problemas reales. Tampoco se entiende por qué son tan incapaces para aprender de la experiencia, de la historia y hasta de las evidencias a la vista. Todas las ciclovías de la ciudad han sido obras inútiles.

Como lo demuestra la foto que ilustra esta nota, las ciclovías en Lima quedan en el abandono tan pronto como se inauguran. Son caprichos de cierta clase de alcaldes que tienen pajaritos en la cabeza, que creen que Lima debe copiar a otras capitales y terminan haciendo obras sin considerar la idiosincracia del limeño. La gente no se convierte en ciclista porque el alcalde hizo una ciclovía. Así no funciona el mundo. Las obras deben ser soluciones, pero primero hay que identificar el problema. ¿Tenemos un problema con los ciclistas de la ciudad? ¿Hay plagas de ciclistas invadiendo las calles? No los veo.

A ver: ¿Está Lima igual que Beijing donde, según dice la canción de Katie Melua, hay nueve millones de bicicletas? ¿Vemos ciclistas por doquier? No. Definitivamente no. ¿Es esto por falta de ciclovías? No. Tampoco. Es idiosincracia. No somos pues amantes de las bicicletas. Aunque haya unos cuantos deportistas del ciclismo, eso no es lo mismo. Ellos prefieren circuitos especiales como la Costa Verde o la Panamericana Sur. No las ciclovías que cruzan las calles.

Lima ya está saturada de ciclovías inútiles. El asunto no es nuevo. Se empezaron a construir hace décadas y nunca sirvieron para nada. Hasta hicieron una de Lima a Callao, y sus vestigios los podemos encontrar aún como ruinas del Camino Inca en ciertas zonas de la Av. Colonial. Allí están sus restos en abandono. Apenas lo usaron los botelleros y recicladores. También podemos encontrar una ciclovía más moderna pero igualmente abandonada e inútil en pleno Lince, a lo largo de la calle Bartolomé Herrera. Es una ciclovía que va por el lado izquierdo, cercada con ojos de gato que se estrellan en cada esquina con las veredas. Nadie la usa. Jamás he visto un ciclista circulando por allí. Ni siquiera sé de dónde viene ni adónde va.

¿No estamos hartos de estos alcaldes que nos quieren imponer "soluciones"? La Sra. Alcaldesa dice que sería lindo ver a la gente yendo al trabajo en bicicleta. Muy lindo. Pero eso no es más que fantasía. No se hacen obras basadas en la fantasía. Manejar bicicleta en Lima es una conducta de alto riesgo. Estamos en una ciudad donde la mayor parte de conductores son salvajes al volante. Yo no le aconsejaría a mis hijos ir en bicicleta al colegio, y ni a la tienda. Sería muy irresponsable de mi parte.

Si quieren beneficiar a los ciclistas, es decir, a los deportistas, deberían construirles un velódromo como el que había antes al costado del Puente del Ejército, y que -dicho sea de paso- también paraba en abandono. O deberían hacerles un circuito deportivo a lo largo de la Costa Verde o algo así. Pero ya deberían quitarse de la cabeza la tonta idea de que las ciclovías son una "solución" para Lima y que la gente va a cambiar sus hábitos. Eso no va a ocurrir. Dejen pues de gastar dinero en ciclovías.

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Escrito por

Dante Bobadilla Ramírez

Psicólogo cognitivo, derecha liberal. Ateo, agnóstico y escéptico.


Publicado en

En busca del tiempo perdido

Comentarios sobre el acontecer político nacional y otros temas de interés social