Brutalidad policial
Hasta hace poco vivía convencido de que los mayores misterios que enfrentaba intelectualmente eran la filosofía de la mente, la dinámica cuántica y la teoría de las supercuerdas. Pero acabo de variar mi lista. He descubierto que el mayor misterio de este mundo es entender la lógica policial del Perú, la cual resulta intransitable para un ser humano común y silvestre. Por ejemplo: ¿alguien podría explicarme para qué coño les exigen el DNI a los que quieren ingresar a un estadio? ¿Alguien alcanza a comprender por qué están los policías dentro del aeropuerto pidiendo papeles a los autos? ¿Comprende alguien por qué los ciudadanos tenemos que pedirle permiso a la policía para tener lunas polarizadas en el auto? Supongo que a mucha gente que ha vivido en este país padeciendo esta rutinaria forma de existencia precaria, sometido a las extravagancias y abusos policiales, le parecerá todo muy "natural". Quizá piense que así es como tienen que ser las cosas. Pero en realidad no es más que una especie de insanía colectiva.
Hago un supremo esfuerzo filosófico y me planteo estas dudas:
- ¿Será que los asesinos de barristas no tienen DNI? ¿O tienen un DNI especial, digamos de color rojo, que los identifica?
- ¿Será que el DNI posee un poder mágico que otorga a su portador una conducta ejemplar, y que por el contrario, cargar una correa en el pantalón los hace salvajes?
- ¿Será que los policías han estudiado concienzudamente el video del Monumental y han determinado que la responsabilidad de la violencia recae sobre las correas, los polos cremas, las casacas con capucha y, quizá también, en los cooler con hielo? ¿Habrán descubierto que el "Loco David" no caragaba su DNI?
De otro lado: ¿qué esperan conseguir obligando a los ciudadanos a tramitar licencias estúpidas para tener lunas polarizadas en el auto? A ver, pensemos:
- ¿Esperan detectar a los secuestradores cuando escriban en el recuadro "MOTIVO: " algo como "secuestro de empresario"?
Tal vez creen que al no poder tramitar su licencia por este inconveniente insalvable, los secuestradores no tendrán más remedio que portarse bien. Al parecer nuestros valerosos policías no se han enterado de que esta estúpida medida no ha servido absolutamente para nada, pues los delincuentes han seguido actuando con total tranquilidad, porque a ellos simplemente les basta robar un auto para actuar. Así de simple.
¿No es más fácil montar operativos en diversos puntos de la ciudad -o donde la "inteligencia policial" (si tal cosa existe) detecta posible accionar delictivo- para detener autos con lunas polarizadas e identificar a sus ocupantes y revisar el auto en vez de estar jodiendo en vano a tantos ciudadanos honestos? De paso nos ahorramos toda la corrupción policial generada por este permiso.
¿Quién será el genio policial que dispone estas estúpidas medidas? ¿El Chapulín Colorado? Porque hay que ser más idiota que un caracol para jorobar a toda la ciudadanía con una medida tan inservible y ridícula. ¿Y dicen que hay acá una Defensoría del Pueblo? ¿A qué coño se dedicará?
Solo en el Perú puede ser "normal" que por una docena de delincuentes que usan autos polarizados, cien mil ciudadanos tengan que marchar ante una dependencia policial a pedir una licencia. Y encima tener que renovarla y renovarla. ¿Alguien entiende esto?
También habría que meditar en la presencia policial en el aeropuerto. Esta medida se dispuso en los ochentas para evitar los coches bomba. En esos tiempos te revisaban la maletera y hasta examinaban con espejos la parte inferior del auto. Pero ahora, 18 años después de derrotado el terrorismo, no tienen ningún sentido que sigan allí jorobando a los pasajeros que llegan apurados a tomar un vuelo. ¿Por qué no se largan a la Av. Faucett o a Nestor Gambeta o a cualquier otro lado? ¡El aeropuerto no es el lugar para revisar si los autos tienen SOAT! ¡No sean tan brutos!
Pero no hay nada como lo que acaba de acontecer en Juliaca, donde luego de decomisar media tonelada de pirotécnicos se llevan toda la carga a la comisaría. Buena. Muy buena, realmente. Más aun sabiendo que la otra parte del material explotó y causó un incendio. ¡Que gran idea llevarse el saldo a la comisaría! A pesar de la pena por las vidas perdidas, hay que reconocer que la estupidez mata. No solo cuando un soldador informal se mete dentro de un tanque cisterna de gasolina a soldar un agujero y acaba regado por cuatro distritos, sino también con la actuación policial cada día más absurda, que no solo pierde de vista a los delincuentes para dedicarse a joder a los ciudadanos, sino cuando los mata en sus operativos y actuaciones sin tino, como ha ocurrido tantas veces en este último año.
A ver si esta especie de "Salón de la Justicia" que es la novedosa Comisión Nacional de Seguridad Ciudadana, donde solo falta el Superagente 86, pone orden en la policía y, sobre todo, les exige que dejen de fregar a los ciudadanos y se concentren en los delincuentes.
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