"Los terroristas también son humanos"
Sin duda la frase más contundente expresada esta mañana por la Srta. Rocío Silva Santisteban, durante la extensa entrevista de Beto Ortiz, ha sido que los terroristas también son humanos y, por consiguiente, ella se siente en la obligación moral de defender sus derechos. No importa sin son terroristas que secuestraron, dispararon y amenazaron la vida de decenas de rehenes y que finalmente se enfrentaron armados a las fuerzas del orden y dispararon a matar, matando, en efecto, a dos efectivos y un rehén. Nada de eso importa. Son detalles insulsos, burdos, tonterías. Solo importa que son seres humanos y que la vida es vida. No importa quién sea, hay que defenderla.
Ese es el razonamiento de una de las más conspicuas representantes de la izquierda nacional, defensora incansable de los derechos humanos, defensa que curiosamente solo se hace visible para defender y mostrar a las víctimas de las FFAA en una tarea diaria, sistemática, inagotable. Para decirlo de algún modo, los defensores de los DDHH son una especie de cuerpo leguleyo que representa a la izquierda derrotada en la guerra que el Perú sostuvo contra el terrorismo y la subversión de la izquierda marxista. Hoy su tarea es continuar en una especie de "guerra fría" acorralando con juicios de DDHH a las FFAA y a Alberto Fujimori.
Como ocurre con los organismos biológicos, las sociedades también pueden generar y albergar bacterias y parásitos diversos que se nutren de la sociedad pero a veces también los amenazan, como ocurre con las organizaciones de izquierda que tienen a la violencia como mecanismo de accionar político. Los partiduchos de izquierda que pululaban en los 80 tenían como denominador común el desprecio del Estado de Derecho democrático y como programa político la toma del poder por medios violentos. Lo único que los diferenciaba era la forma de emprender la "lucha armada". Para unos las condiciones históricas no estaban dadas, para otros estas condiciones se podían acelerar con una violencia extrema y desmedida iniciada en el campo.
Llevar el inicio de la lucha armada a la sierra fue parte de su estrategia. Si bien Sendero Luminoso inició su demencial lucha armada con una violencia homicida brutal, los demás partiduchos de izquierda se quedaron expectantes. Nunca estuvieron totalmente en desacuerdo con SL ni con el MRTA, nunca los condenaron abiertamente. En el fondo coincidían en los objetivos finales y en la visión de la nueva sociedad a la que aspiraban, una sociedad comunista, como la que hoy se ve en Cuba y Corea del Norte. Todos los de izquierda criolla participaron en mayor o menor medida de los ideales del terrorismo y hasta admiraban a sus parientes de la izquierda extrema.
Es falso todo lo que ahora dicen los izquierdistas como excusa de la violencia terrorista. Es falso lo que dice el señorito caviar, Diego García-Sayán: "fueron siglos de marginación". Es falso. Fueron solo tres décadas de adoctrinamiento marxista en las universidades. Los "heroicos" terroristas se formaron ideológicamente en las universidades y son los mismos que hoy ponderan la lucha armada, defienden las acciones terroristas y se esfuerzan por confundir a los terroristas con luchadores sociales. Son los mismos. Ahora nos dicen que los terroristas son seres humanos como nosotros, con los mismos derechos. Y que hay que defenderlos.
La pregunta que deberíamos hacernos como sociedad es cómo defendernos de estos elementos.