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Los rojos unidos contra Conga

Publicado: 2012-03-08

Pocas veces se ha visto tanta unidad entre rojos, progres y caviares, de todas las especies y pelajes, como se observa en estos días contra el proyecto minero Conga. Esto deja en clara evidencia que se trata de una oposición meramente política, ideológica e intransigente, como corresponde y caracteriza a todos estos fanáticos delirantes agrupados en la izquierda nacional, cuyo único objetivo es detener las inversiones y oponerse a las empresas extranjeras, siguiendo al pie de la letra su relamido catecismo marxista.

Haciendo un balance y resumen de todo este asunto de Conga tenemos que los principales promotores y activistas contra el proyecto son militantes de esa secta de lunáticos llamada Patria Roja, y algunas otras agrupaciones de la izquierda, incluyendo algunas bandas disfrazadas de ONGs ambientalistas igualmente de izquierda. Es decir, una vez más, para variar, toda la lacra de izquierda en contra de la inversión extranjera y el progreso del país. ¿Alguna novedad?

Francamente dan risa con esos afanes academicistas por oponer supuestos argumentos técnicos contra el proyecto. Los primeros en opinar en contra fueron grandes e ilustres científicos e ingenieros de talla mundial como Gregoirio Santos, Wilfredo Saavedra, Idelso Hernández, el cura Marco Arana, entre una larga lista de grandes glorias de la intelectualidad nacional que en su mayoría no han acabado la primaria, pero saben coger un micrófono y ladrar consignas en las plazas. El curita Marco Arana se perfila como el gran intelectual de esta cerebral logia, pero aparte de haber estudiado la ciencia de la teología y conocer profundamente el evangelio, apenas ha tenido un cursito de tratamiento de aguas en la Universidad de Cajamarca y ya se cree una eminencia ecológica.

Pero como la ignorancia y la tozudez era lo que predominaba en la campaña contra Conga, mientras que el Gobierno empezó a presentar argumentos técnicos, los genios de las campañas antimineras han recurrido a las mismas viejas artimañas de siempre: dramatizar el asunto del agua, mentir, y crear psicosociales y hasta amenazar al gobierno con la consigna "Si Conga va, Ollanta se va". Así que el país está advertido.

La última novedad de los antimineros de siempre es la presentación de un "estudio" del EIA de Conga, presentado nada menos que por Mr. Robert Morán, el mismo personaje que se alquila a todas las ONGs ambientalistas y antimineras de todos los países para presentar estudios contra la minería. Este señor es un viejo conocido en el ambiente antiminero de todos los países. Va de un lado a otro presentando casi los mismos argumentos en todos lados. Busquen en la web sus informes. Hay a montones. Incluso ya es conocido en el Perú porque su informe se usó para detener el proyecto Tambogrande, el que hoy es asaltado por la minería informal. Y es exactamente lo mismo que ocurrirá en Cajamarca si estos dementes de izquierda logran detener el proyecto Conga, pues ya todo el mundo sabe dónde está el oro.

Ahora bien, el tal informe de Mr. Robert Morán, es francamente un refrito. En primer lugar no es, como dicen los anticongueros, un "peritaje alternativo". Es tan solo una lista de comentarios superficiales hechas para que los cerebros calciformes de los izquierdistas crean que tienen algo sólido. Pero en realidad no tienen nada. Para no perder el tiempo revisando todos esos sesudos comentarios, tomemos solo el primer punto como muestra:

"1.-El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Conga no constituye un ejemplo de ciencia desinteresada, ni tampoco es una opinión independiente. El presente texto está enfocado en temas técnicos. Sin embargo, es importante notar que el EIA de Conga fue preparado por empresas que tienen un interés económico en asegurar que el proyecto Conga siga adelante. Todos los datos e información técnica para este proyecto fueron recogidos por las empresas mineras o por consultores y contratistas pagados y dirigidos por estas empresas. Las opiniones en el EIA sobre impactos futuros del proyecto también vienen de las empresas o de sus contratistas pagados."

¿Qué coño ha dicho Mr. Morán? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Es obvio que los EIA son pagados. No se hacen gratis. En este mundo nadie, ni los izquierdistas, hacen nada gratis. ¿O acaso creen que Mr. Morán ha escrito ese mamotreto gratis? No pues, mi estimado burro gringo. Todos tienen un interés económico en este mundo. Los EIA son contratados a empresas expertas en el rubro por compañías mineras que tienen un interés económico en el proyecto. Obvio. Eso no es ningún descubrimiento. Es solo la manera en que mienten y engañan estos miserables.

El resto es igual de burdo y hasta idiota en sus observaciones. Cualquier cosa es susceptible de ser criticada. Hasta el menú de una madre se puede criticar. Objetar el EIA mirando al detalle si esta o la otra medición son "adecuadas" o si se han definido todos y cada uno de los aspectos a futuro, es una treta que puede convencer a los delirantes de izquierda pero no a los que tienen al menos 450 cc de cerebro en uso.

El EIA no se hace para probar que un proyecto minero no tendrá impacto sino para prevenir esos impactos, o por lo menos los más evidentes. Nadie ha dicho que Conga no tendrá impacto ambiental. Lo que hace el proyecto es asegurar que serán mínimos y que todos serán controlados y manejados a distintos niveles y proyecciones. Lo más importante es que el proyecto garantiza el agua. Con eso hasta el más bruto de los izquierdistas debería entender. Pero como estos padecen de una enfermedad mental llamada sectarismo, es imposible comunicarse con ellos.

Una vez más, va quedando en claro que al gobierno no le quedará más opción que ponerse los pantalones y meter en su sitio a estos comunistas agitadores, porque ya no estamos para soportar, una vez más, otra paralización de un gran proyecto de inversión. Autoridad, señores.


Escrito por

Dante Bobadilla Ramírez

Psicólogo cognitivo, derecha liberal. Ateo, agnóstico y escéptico.


Publicado en

En busca del tiempo perdido

Comentarios sobre el acontecer político nacional y otros temas de interés social